lunes, 5 de diciembre de 2011

Ser niño...


Ser niño... de ©Raquel Norma Smerkin Roitman
¿Dónde lo has dejado?
seguramente como
un sentimiento olvidado,
como una sensación
que has desvalorizado,
como si él haber sido niño
no tuviera la importancia
que para ti debiera...
¡Ser niño, sí ser niño!
y no sólo no olvidarlo
sino que también no dejar de serlo
por nada en el mundo,
tener presente siempre
ese sentir profundo,
esos ojos asombrados,
ese sentimiento de
renovarse todo el tiempo
del que gozan las criaturas,
más allá del espacio y del tiempo...
porque se sienten únicos dueños
de su creado universo...
Dominan como nadie la fantasía,
viven los deseos intensamente,
aceptan ser los protagonistas
de sus propios juegos,
con total voluntad de crecer
con gran esmero...
Ser niño es ser sabio intuitivamente,
ir descubriendo la vida
sin apuro, con alegría,
así, lentamente,
y recurrir al cariño,
sin vergüenza,
porque no tienen prejuicios,
porque todavía no los llenaron
de falsas disyuntivas...
Siempre conserva ese niño
que no murió, que no lo has de
enterrar jamás de tu corazón,
porque te permitirá gozar
de la simpleza de vivir,
porque te sostendrá la inocencia
de existir sin especular.
En ese niño que eres,
guardas tu propia esencia,
no está de más, es fundamental,
no la dejes que se pierda
en un mundo de adultos
que se olvidan de sonreír,
que atraviesas la solemnidad
como consigna esencial
para ser un gran señor...
Ser niño es tirar lo decrépito
y empezar continuamente
una nueva vida,
el día de hoy...
Ser niño es no terminar
de renovarte,
reconstruirte a cada hora,
volver a aceptarte
a cada segundo nuevamente,
ser niño es ser
un adulto que se atreve,
un adulto valiente...
Autoría: ©Raquel Norma Smerkin Roitman
4.12.2011
©Todos los derechos reservados 2011

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