Fotos de Brigitte Viguier
Paz y amor, para esta Navidad...
Festejar el nacimiento de Jesús,
el hijo de Dios,
nos invita a meditar,
nos invita a reforzar,
los deseos de paz y amor,
por los que tendría que orar
toda la humanidad,
en esta próxima Navidad.
tomar este acontecimiento
como un festejo de amor,
más allá del encasillamiento
a cualquier religión,
porque lo de Jesús,
fue una prueba de amor,
jugarnos como él se jugó,
hasta perder nuestra integridad
física por un ideal.
Poder alcanzar una pequeña porción,
de la gracias divina,
que él sustentó,
para tomar al bien común,
como objetivo de vida,
como camino hacia la humanización.
Dentro de nuestros límites,
hombres y mujeres,
crecemos en este mundo,
perdidos entre principios,
no claros, no definidos.
Que esta fecha religiosa
nos sirva para centrar
nuestro auténtico corazón,
y llegar a la contemplación
de nuestro ser,
entregado al verdadero amor.
El verdadero amor
que prodiga bondad,
que incita a la comprensión,
que apuesta al diálogo
como camino hacia la paz.
Compenetremos nuestra alma,
en legítimos deseos
de que cada uno de nosotros
aporte su apoyo,
para que todo cambie,
para que la hipocresía
no vaya de la mano del hambre,
porque en realidad no es necesaria,
para que en el mundo haya
amplitud y sinceridad
desde las altas esferas,
hasta las zonas más bajas.
Navidad, festividad
para reflexionar,
para tratar de subvertir
los valores profanos,
ésos que nos hacen
más de una vez,
jurar en vano...
Paz y amor,
lo resumen todo,
son las palabras
que quisiera ver funcionar
Jesucristo, en esta sociedad...
La misma que lo maltrató,
la misma que lo apedreó,
la misma a la que él perdonó,
mientras moría sangrando
y clavado en esa cruz
que hoy es una sublime simbolización.
Entonces, en honor a él
que reine como primer baluarte,
la comprensión...
Respetemos su sacrificio,
obremos con los principios
que él nos legó...
Sin guerras, sin agresión,
con verdad, paz y amor...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
16.12.2011
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