La Antropología filosófica es una rama de la filosofía que se ocupa de estudiar al hombre en su totalidad, Así, se podría ver, un enfrentamiento crucial, en considerar al ser del hombre, con su esencia, o sea que nace ya apriori con una esencia determinada que lo identifica como tal, con sus caracteres propios en su condición de ser lo que es, o bien la postura que ve al hombre sin una esencia que lo determina, sino que es una continua construcción de sí mismo, a través del tiempo y en cada instante de su vida...
Para la primer postura:
El hombre en su carácter distintivo, tendría una esencia inmutable, que lo harían ser lo que es, "Hombre".
Para la segunda postura:
Sería el hombre que va siendo y haciéndose continuamente, la esencia sería el resultado o el producto que va cambiando a través del tiempo, siempre hacia el futuro continuo, y su carácter no sería inmutable sino móvil, variable, porque en sí su condición de hombre, es una construcción continua...
Para esta idea antropológica del hombre, la cultura, la obra que el hombre deja a través del tiempo es su testimonio de vida, el hombre es a través de sus legados, se construye a sí mismo y va construyendo su entorno, en un ida y vuelta que enriquece su accionar, y puede cambiar la realidad, en un trabajo de intercambio con el medio, que le da libertad...
La idea de que el hombre tiene una esencia inmutable, que lo hace un ser racional como carácter distintivo por excelencia, la sostenía Aristóteles cuando decía que el hombre es un animal racional, y la especie más elevada de la escala zoológica...
El lenguaje articulado es lo que en realidad lo distingue de los demás seres vivientes, poder articular es la capacidad de usar el razonamiento y los instintos al mismo tiempo, por un proceso mental muy complicado, por medio del cual el hombre, mediante la lengua madre, se ha sabido comunicar, más allá de lo gutural, de los sonidos o gestos primitivos...
En realidad este tema de la capacidad de articular un lenguaje es el que me mueve a pensar que el hombre tiene una esencia que lo predetermina intrínsicamente, pero también creo que el hombre no es un ser fijo e inamovible, sino que su desarrollo es totalmente libre, porque sino no podría crear, su capacidad de crear es en verdad la que lo distingue de los demás seres, y su poder elegir un mundo más amplio que el que vive, inventar mundos posibles, no estrechos, y poder agrandar sus conocimientos, hasta donde él pueda o quiera.
Esa flexibilidad es la que sostiene la segunda teoría de un hombre con una libertad de construirse a sí mismo, sin una esencia determinada, a la que apoyo hasta que me encuentro con el carácter totalmente distintivo del hombre capas de crear un lenguaje articulado que me hace pensar que algo muy íntimo de su formación físico-mental, misteriosa aún por lo menos para mi entender, me inclina a sostener que es poseedor a priori, de una esencia fundante, de su ser en sí...
El hombre es un enigma, porque la vida en sí es un enigma, yo haría una especie de mediación entre las dos teorías, las convinaría como doble función del hombre, como producto de su esencia, innata, que lo hace ser lo que es en sí, y la idea de que el hombre es un producto autoconstruido, y constructor de su entorno...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
27.12.2011
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