Moribunda de ti...
Moribunda de ti,escarbo en la tierra de tu verdad ,para encontrar los huesos que quedaron enterrados, tras el temporal que arrasó con la pasión, que arrancó de mi corazón, las bellezas ocultas del amor... Desesperada deambulo por los callejones del dolor, buscando un resarcimiento a este duelo que no acaba, que no tiene fin aquí en mi alma, porque me desnudó esta sensación de desamparo, y de a poco, me fui quedando sin alas, ya no vuelo, y me entierro buscando esos huesos corroídos por el tiempo... Moribunda, taciturna, melancólica, lejana, sin acertar con las huellas que van marcando el camino hacia un nuevo destino, sigo y sigo con temor... es que luce tan frágil mi emoción, que tengo miedo a la desolación de las noches sin besos, sin caricias, sin contención...
Resucítame, aunque ya no te quede piel para abrazarme, sácame el fango entre mis dedos, ponme de pie y ámame aunque me niegue, aunque tenga que inventarme de nuevo, para vivir este amor que se perdió entre los escombros que el abismo desde su grieta oculta me mostró... Sigamos insistiendo que aún no se perdió el candil que alumbraba nuestros espíritus...
¿O es qué no ves su luz, allá a lo lejos, titilando en el espacio del amor pleno, pregonando su canción de dulzura en el recuerdo?... ¿O es qué no sientes su proximidad a pesar de que todo parezca perdido, luego de esta lluvia inclemente que lavó nuestras almas, llenándolas de un impenetrable olvido...?
Moribunda de ti,escarbo en la tierra de tu verdad ,para encontrar los huesos que quedaron enterrados, tras el temporal que arrasó con la pasión, que arrancó de mi corazón, las bellezas ocultas del amor... Desesperada deambulo por los callejones del dolor, buscando un resarcimiento a este duelo que no acaba, que no tiene fin aquí en mi alma, porque me desnudó esta sensación de desamparo, y de a poco, me fui quedando sin alas, ya no vuelo, y me entierro buscando esos huesos corroídos por el tiempo... Moribunda, taciturna, melancólica, lejana, sin acertar con las huellas que van marcando el camino hacia un nuevo destino, sigo y sigo con temor... es que luce tan frágil mi emoción, que tengo miedo a la desolación de las noches sin besos, sin caricias, sin contención...
Resucítame, aunque ya no te quede piel para abrazarme, sácame el fango entre mis dedos, ponme de pie y ámame aunque me niegue, aunque tenga que inventarme de nuevo, para vivir este amor que se perdió entre los escombros que el abismo desde su grieta oculta me mostró... Sigamos insistiendo que aún no se perdió el candil que alumbraba nuestros espíritus...
¿O es qué no ves su luz, allá a lo lejos, titilando en el espacio del amor pleno, pregonando su canción de dulzura en el recuerdo?... ¿O es qué no sientes su proximidad a pesar de que todo parezca perdido, luego de esta lluvia inclemente que lavó nuestras almas, llenándolas de un impenetrable olvido...?
De: Navega en mí Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
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