lunes, 7 de noviembre de 2011

Me arrimé a tu voz...


Me arrimé a tu voz...

No era sordo el viento,

ni egoista la brisa,
...
ni despiadado el silencio,

todo fue lentamente

sucediendo,

como por un conjuro de amor

y singular misterio,

me arrimé a tu voz

atraída por un llamado distinto

quizás del universo...

A tus palabras

mi ser se abrazó,en un canto

de eterna resurección...

Me arrimé a tu voz

imantada por tu acento,

no sé ni cuando pasó,

no sé cuando fue ese

preciso momento

en que quedé pegada

como una vena más

en tu cuerpo...

Me hice parte de ti,

fui el eco de tu fuego,

quedé prendida

de cada sílaba

dicha y silenciada,

de cada pensamiento

que atravesaba mi alma...

Me arrimé a tu voz

porque es dulcemente cálida,

a la vez tiene la firmeza

y la pureza,

del agua clara

que bendice mis mañanas...

Nada podrá en el espacio

hacer que se borre

ese sonido de tu voz,

que me acompaña

más allá de tu cuerpo,

más allá de tu garganta...

Porque en tu voz yo tengo

todo tu ser

envuelto en tu poético

acento...

Porque a través de tu voz

yo alcanzo

la profundidad del tiempo

que me dan sus ecos,

cuando estoy contigo...

y a tu amor me entrego.

Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman

6.11.2011
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Publicado originalmente en el muro de Raquel Norma

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