Fotos de Brigitte Viguier
No importa el tiempo que dure nuestro sueño de amor...
No importa el tiempo que dure
nuestro sueño de amor,
es una prueba más
a la que nos somete
la eternidad...
Si es breve, si es extenso,
lo que sí importa
es que sea tan intenso
que nada ni nadie
lo pueda quebrar...
Estoy dispuesta a vivirte
en un sueño infinito,
o simplemente pequeñito,
un sueño que empiece
y termine,
determinado por el alma,
y que el corazón se anime
a soñarlo con los ojos abiertos,
cerrados, enteros, pero
atreverse con todo a soñarlo...
Un sueño ligero, un sueño
lento, pero al fin un sueño
que en su calidad de ser él,
sea de los dos y verdadero
sueño de amor...
No importa el tiempo,
pero sí su intensidad,
un sueño de amor tan fuerte,
que ni las furiosas tormentas
lo puedan desatar,
un sueño que nos de vuelta
el alma, como a un guante,
que nos llegue a remover
las entrañas,
que nos demuestre
que el espíritu alimenta
sin tiempo ni cordura,
porque en su mundo atemporal,
no existe el olvido,
no existe el recuerdo,
sólo la profundidad
a la que nos llevan los sueños,
con sus insospechadas locuras...
Porque en ese lapso de ensueño,
no se puede contar el tiempo,
es un enigma para nuestra vida,
su duración...
Son ráfagas de eternos momentos
que se desprenden del deseo,
Entonces para que saber
de su fin y comienzo,
para que contar sus horas,
si nos pide un inminente ahora...
No importa el tiempo que dure
nuestro sueño de amor...
en esta tierra y cielo
de la envolvente pasión...
Vivirla a pleno, sin reloj,
sentirla enteramente nuestra,
flotar en sus sensaciones
entregando agujas y relojes,
entregando todo lo que existe
sobre esta tierra,
para transportarnos
a la felicidad, sin cadenas,
sin restricciones ni condenas...
No importa el tiempo que dure
nuestro sueño de amor...
Importa que juntos alcancemos
la cima de este sueño,
que escalemos sus misterios,
con sabiduría y sin tiempo...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
13.11.2011
Todos los derechos reservados
No importa el tiempo que dure
nuestro sueño de amor,
es una prueba más
a la que nos somete
la eternidad...
Si es breve, si es extenso,
lo que sí importa
es que sea tan intenso
que nada ni nadie
lo pueda quebrar...
Estoy dispuesta a vivirte
en un sueño infinito,
o simplemente pequeñito,
un sueño que empiece
y termine,
determinado por el alma,
y que el corazón se anime
a soñarlo con los ojos abiertos,
cerrados, enteros, pero
atreverse con todo a soñarlo...
Un sueño ligero, un sueño
lento, pero al fin un sueño
que en su calidad de ser él,
sea de los dos y verdadero
sueño de amor...
No importa el tiempo,
pero sí su intensidad,
un sueño de amor tan fuerte,
que ni las furiosas tormentas
lo puedan desatar,
un sueño que nos de vuelta
el alma, como a un guante,
que nos llegue a remover
las entrañas,
que nos demuestre
que el espíritu alimenta
sin tiempo ni cordura,
porque en su mundo atemporal,
no existe el olvido,
no existe el recuerdo,
sólo la profundidad
a la que nos llevan los sueños,
con sus insospechadas locuras...
Porque en ese lapso de ensueño,
no se puede contar el tiempo,
es un enigma para nuestra vida,
su duración...
Son ráfagas de eternos momentos
que se desprenden del deseo,
Entonces para que saber
de su fin y comienzo,
para que contar sus horas,
si nos pide un inminente ahora...
No importa el tiempo que dure
nuestro sueño de amor...
en esta tierra y cielo
de la envolvente pasión...
Vivirla a pleno, sin reloj,
sentirla enteramente nuestra,
flotar en sus sensaciones
entregando agujas y relojes,
entregando todo lo que existe
sobre esta tierra,
para transportarnos
a la felicidad, sin cadenas,
sin restricciones ni condenas...
No importa el tiempo que dure
nuestro sueño de amor...
Importa que juntos alcancemos
la cima de este sueño,
que escalemos sus misterios,
con sabiduría y sin tiempo...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
13.11.2011
Todos los derechos reservados
De: Brigitte Viguier
No hay comentarios:
Publicar un comentario