Hay una paz impotente, que en su dolor nos grita...
Hay un deseo en el aire
... de armonía infinita,
como una serena canción
que no se canta, pero
con el corazón se recita...
Casi penetra en los poros
como si fuera
una oración de amor,
tan silenciosa y pequeña,
que en el universo,
con su suave fuerza
de un solo trazo lo marcó,
y así sin más vueltas
con sus notas bellas,
a la paz, la dibujó...
Cómo no habrán de acudir
todos los ángeles,
los duendes y las hadas,
a esperar en los cielos
la paz que llegará con
la gloria y la esperanza,
que traerá en su vuelo
el alba, con alas doradas...
Hay un mundo sediento
de abrazarla de mil maneras,
todos la claman desesperados,
todos la esperan,
para que no callen las aves,
ni dejen de alumbrar las estrellas,
para que sigan jugando
los niños por todas partes...
Hay un deseo en el aire,
de armonía infinita,
están clamando las almas
por esa paz,
que de necesaria y urgente,
desespera por salir a construir
un mundo de amor, mientras
se ahoga en su dolor
y con impotencia nos grita...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
19.11.2011
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