Auto-reconocimiento...
Es el momento en que
te escuchas,
tu voz nítidamente
llega a tu alma,
te entran de a poco
todas las palabras,
las que adeudas,
las que te has dicho,
y las que no te animabas
a pronunciar...
Ese momento en que
nada queda más
que tu sinceridad,
y tu imagen se refleja
en el espejo de tu
pura humanidad;
vulnerable, temerosa,
incipiente, endeble...
Ese momento es único,
no se puede desperdiciar,
tu eco se hace sentir
por todo tu corazón,
por todo tu cuerpo,
y sientes quien eres,
y sabes que quieres,
y nada ni nadie
te podrá engañar...
Ese momento
que es como un relámpago,
firme y certero,
del que no puedes escapar,
en el cual te paras
frente a ti, desafiante
y sin nada que ocultar...
Te tienes ahí, escuchándote,
no paras de hablar,
aunque te moleste,
es como si los grillos nocturnos
se confabularan
para no dejarte en paz...
Pero es bueno ese momento,
necesario y valedero,
llegarás a ti mismo
por un solo y auténtico sendero,
el de tu auto-reconocimiento...
Camínalo sin miedo,
que te llevará,
primero a sufrir tu verdad,
luego a sentirte temeroso
de tus descubrimientos,
pero más tarde comprobarás
a medida que lo transitas,
como rompes las cadenas
que antes te esclavizaban
a una historia pasada,
para llevarte a tu libertad...
Auto-reconocimiento,
es reconocerte dos veces,
para ti mismo, y para
el reflejo que ese espejo
te devuelve...
Coincidencia al fin feliz,
de encontrar tu ser
totalmente descubierto,
sin oscuridades,
claramente expuesto
a asumir todas sus verdades...
Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman
13.11.2011
Todos los derechos reservados
Publicado originalmente en el muro de Raquel Norma
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