Comprobé que eras un ángel...
cuando besé tu mano,
se me haciá invisible,
y tu piel olía a piedras del mar,
a médanos lejanos...
Cuando miré tu rostro
se abrieron tanto tus ojos,
que sólo a un ángel
de aquellos que andan
por entre los parques,
podían asemejerse esos
faroles tan hondos,
que eran tus ojos...
Comprobé que eras un ángel...
porque al intentar amarte,
te me esfumabas de mi lado,
tu cuerpo se alejaba
como buscando otros universos...
Tus labios ni pude besar,
eran grandes y sonreían sin parar,
mientras los míos, testaruda te buscaban,
queriendo transformarte
en un humano,
porque tu belleza mística
me tenía totalmente extasiada...
Comprobé que eras un ángel
que de soñar no dejaba,
entonces para tenerte
entre mis brazos,
entre en tus sueños
para poder asirte entero..
Entonces te despertaste,
tus ojos se abrieron
como dos grandes luceros,
y te fuiste con las alas del silencio
volando muy lejos...
Comprobé que no sólo eras un ángel,
también eras un ángel convertido
en mi más bello e inalcanzable sueño...
Autora: Raquel Norma Smerkin Roitman
2.02.2012
Todos los derechos reservados
cuando besé tu mano,
se me haciá invisible,
y tu piel olía a piedras del mar,
a médanos lejanos...
Cuando miré tu rostro
se abrieron tanto tus ojos,
que sólo a un ángel
de aquellos que andan
por entre los parques,
podían asemejerse esos
faroles tan hondos,
que eran tus ojos...
Comprobé que eras un ángel...
porque al intentar amarte,
te me esfumabas de mi lado,
tu cuerpo se alejaba
como buscando otros universos...
Tus labios ni pude besar,
eran grandes y sonreían sin parar,
mientras los míos, testaruda te buscaban,
queriendo transformarte
en un humano,
porque tu belleza mística
me tenía totalmente extasiada...
Comprobé que eras un ángel
que de soñar no dejaba,
entonces para tenerte
entre mis brazos,
entre en tus sueños
para poder asirte entero..
Entonces te despertaste,
tus ojos se abrieron
como dos grandes luceros,
y te fuiste con las alas del silencio
volando muy lejos...
Comprobé que no sólo eras un ángel,
también eras un ángel convertido
en mi más bello e inalcanzable sueño...
Autora: Raquel Norma Smerkin Roitman
2.02.2012
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