Ven a mis brazos... qué estás esperando...
tengo toda la savia del verano,
tengo todo el otoño y el invierno
en mis manos...
Y también tengo escondida
en un rincón de mi larga vida,
esa primavera
que te llenará de amor
con sus maravillas...
Qué esperas por favor,
ven urgente a exponerte
a mi simiente y dame,
tu esencia toda,
que yo te transmitiré
mi bella sombra,
para hacerte más puro
el aire...
Crece en mí tallo,
no te niegues,
no te arrepentirás,
serás cada día,
más limpio de puro oxígeno,
más fuerte...
Ven a mis brazos,
que en cada hoja
sentirás el placer,
de no caer en el ocaso,
porque estaré yo
para hacerte rejuvenecer
en un verde amarronado,
que se lucirá en tu piel,
como nunca has lucido
vestimenta alguna...
Esta será tu mejor fortuna,
la de verte a ti misma
cubierta por la nobleza
de la naturaleza pura...
Ven a mis brazos,
te espero con tantas ansias,
no quiero que te quedes
sin oler mis fragancias verdaderas,
no quiero que se escape
de tu alma,
esta maravillosa primavera...
Raquel Norma Smerkin Roitman
en un rincón de mi larga vida,
esa primavera
que te llenará de amor
con sus maravillas...
Qué esperas por favor,
ven urgente a exponerte
a mi simiente y dame,
tu esencia toda,
que yo te transmitiré
mi bella sombra,
para hacerte más puro
el aire...
Crece en mí tallo,
no te niegues,
no te arrepentirás,
serás cada día,
más limpio de puro oxígeno,
más fuerte...
Ven a mis brazos,
que en cada hoja
sentirás el placer,
de no caer en el ocaso,
porque estaré yo
para hacerte rejuvenecer
en un verde amarronado,
que se lucirá en tu piel,
como nunca has lucido
vestimenta alguna...
Esta será tu mejor fortuna,
la de verte a ti misma
cubierta por la nobleza
de la naturaleza pura...
Ven a mis brazos,
te espero con tantas ansias,
no quiero que te quedes
sin oler mis fragancias verdaderas,
no quiero que se escape
de tu alma,
esta maravillosa primavera...
Raquel Norma Smerkin Roitman
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