No hay secretos,
nada queda debajo
de la almohada,
tan sólo mi alma
sabe lo que por dentro
me pasa...
Es tu dulce mirada
cuando llegas hasta
el lado más profundo
de mis deseos,
que me alivia,
que me abriga
y me da consuelo...
Tan sólo quise ser yo...
mi vida fue una lucha constante
por conservar mi esencia
tal como nació...
Esta tarea fue intensa,
y aprendí a remar
con mi consciencia,
para obtener la paz
de llegar a ser,
esa persona auténtica,
que ahora soy...
A veces lloro porque
para ser, hay que
dejar atrás,
cosas que duelen dejar,
pero la elección
no tiene retorno,
porque se da la opción de,
la complacencia exterior,
o florecerme por dentro,
con lo que soy...
Tan sólo quise ser yo...
el daño no existió,
sí una postura basada
en mi gran vocación,
a la que nunca le daré
la espalda,
porque sería matarme en vida,
porque sería anular
mi ser, inútilmente,
y no permitirme a mí misma crecer,
remando en contra de
mi propia corriente...
Hasta el último día de mi vida
pienso seguir siendo,
no abandonaré esta empresa
de construirme por dentro
a cada momento...
Todo tiene su valor,
pero si dejo de ser yo,
se acaba el mundo
en un segundo,
porque viviría como un robot,
sin espíritu, sin alma,
sin ser esto que por esencia soy...
Tan sólo quise ser yo...
y lo seguiré siendo
hasta que termine mi respiración...
Autora: Raquel Norma Smerkin Roitman
28.02.2012
Todos los derechos reservados
tan sólo mi alma
sabe lo que por dentro
me pasa...
Es tu dulce mirada
cuando llegas hasta
el lado más profundo
de mis deseos,
que me alivia,
que me abriga
y me da consuelo...
Tan sólo quise ser yo...
mi vida fue una lucha constante
por conservar mi esencia
tal como nació...
Esta tarea fue intensa,
y aprendí a remar
con mi consciencia,
para obtener la paz
de llegar a ser,
esa persona auténtica,
que ahora soy...
A veces lloro porque
para ser, hay que
dejar atrás,
cosas que duelen dejar,
pero la elección
no tiene retorno,
porque se da la opción de,
la complacencia exterior,
o florecerme por dentro,
con lo que soy...
Tan sólo quise ser yo...
el daño no existió,
sí una postura basada
en mi gran vocación,
a la que nunca le daré
la espalda,
porque sería matarme en vida,
porque sería anular
mi ser, inútilmente,
y no permitirme a mí misma crecer,
remando en contra de
mi propia corriente...
Hasta el último día de mi vida
pienso seguir siendo,
no abandonaré esta empresa
de construirme por dentro
a cada momento...
Todo tiene su valor,
pero si dejo de ser yo,
se acaba el mundo
en un segundo,
porque viviría como un robot,
sin espíritu, sin alma,
sin ser esto que por esencia soy...
Tan sólo quise ser yo...
y lo seguiré siendo
hasta que termine mi respiración...
Autora: Raquel Norma Smerkin Roitman
28.02.2012
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